La cartilla -que daba cuenta de las causas del contagio y de los medios para evitarlo- estaba escrita en términos claros y sencillos, pues el objetivo era que llegara a toda la población. Se hizo una tirada de 10.000 ejemplares que se repartieron por toda Gipuzkoa; además la leyeron los párrocos en las iglesias y el diario La Voz de Guipúzcoa la publicó íntegramente.