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El Colegio de Médicos de Gipuzkoa alerta de la necesidad inmediata de reorganizar la Atención Primaria

12/04/2023

La Junta de Gobierno del Colegio de Médicos de Gipuzkoa está profundamente preocupada ante la situación de la Atención Primaria (donde se incluyen los PACs, Puntos de Atención Continuada) tanto en Gipuzkoa como en Euskadi y alerta de la necesidad urgente de estructurarse y organizarse para poder ofrecer un sistema de calidad, respondiendo a las necesidades tanto de la población como de las y los propios profesionales sanitarios, entre los que están médicos de atención primaria y pediatras.

El Colegio quiere una vez más realizar un llamamiento ante las autoridades sanitarias correspondientes para que aborden de forma inmediata y con medidas eficaces la alarmante situación diaria en los centros de salud y ha confirmado que hace dos meses, desde el Consejo de Colegios de Médicos de Euskadi, se hizo llegar un documento con propuestas a la consejera de Salud, a la directora general de Osakidetza y al director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitarias, sin que hasta el momento hayan obtenido ninguna respuesta.

Desde el Colegio de Gipuzkoa expresan su preocupación por la situación de la Atención Primaria y sobre todo por las condiciones de trabajo de los profesionales, que sufren un malestar psíquico y un desgaste (burnout) considerable.

Todo ello no hace más que poner en riesgo tanto el sistema de salud pública como la calidad asistencial y la seguridad del paciente (aumento de la espera para citas, pérdida de continuidad, etc.) algo a lo que hay que poner remedio cuanto antes.

Propuestas concretas

El Colegio de Médicos de Gipuzkoa solicita en el documento de propuestas enviado al Gobierno Vasco que se realicen mejoras en estos tres aspectos básicos de la Atención Primaria:

  • Agendas: El déficit de profesionales de la Medicina y el mal uso del sistema sanitario condicionado por el sobrediagnóstico, el sobretratamiento y la confusión entre accesibilidad e inmediatez en la atención, compromete la calidad asistencial y la seguridad de las y los pacientes. La falta de control del propio tiempo contribuye a aumentar el estrés emocional de las y los profesionales médicos, por lo que desde la vocalía de AP del Colegio se propone limitar el número de actos y/o respetar tiempos por tareas, apostar por la autogestión de la agenda y reforzar la autonomía de cada Unidad de AP (UAP) para organizar sus recursos, para lo que es esencial conseguir una estabilidad en la plantilla de todas las y los profesionales.
  • Gestión horizontal: Se precisa una mayor y más efectiva comunicación interna y que al igual que ocurre en otros niveles asistenciales, las y los Jefes de UAP (JUAP) sean a propuesta del propio equipo de AP (preferiblemente médica o médico) y que se les haya elegido mediante un proceso de concurso de méritos transparente en cuyos tribunales deberían participar JUAP. Es preciso cuidar, incentivar y reconocer también la figura de las y los tutores de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y de estudiantes de Medicina y apostar por dar a conocer y prestigiar esta especialidad médica, lo que se lograría con la creación de un área de conocimiento sobre la AP en la Universidad además de incluir la rotación por AP de todas las y los MIR. Por último, desde cualquier nivel de gestión se debe tratar a las y los profesionales de la Medicina de forma más cercana, escuchando los motivos de malestar y comprometiéndose a buscar soluciones en cada equipo, teniendo, muy en cuenta, los riesgos psicosociales.
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  • Labor hacia la población: Urge realizar un trabajo en profundidad de información, sensibilización y prestigio de la Atención Primaria en la comunidad. Los orígenes de la actual situación de nuestra AP son previos a la pandemia, por lo que solicitamos que se escuche a sus profesionales y se tomen medidas inmediatas para solucionar el hastío, el cansancio y la desmotivación que se percibe en el trabajo del día a día en los equipos de AP.

Finalmente, el Colegio reitera la importancia de que se adopten medidas que solucionen los problemas de base y que se sostengan en el tiempo, para evitar tomar medidas improvisadas e insuficientes, como las que hemos sufrido esta Semana Santa donde en los PACs de Urgencias fueron atendidos por personal de enfermería y no por médicos y se redujo considerablemente el horario de atención, algo que repercute directamente en los pacientes, debiendo apoyarse este personal de enfermería de Donostialdea en el 112 y en llamadas al médico de triaje de Urgencias Generales del Hospital Donostia. Todo ello no es únicamente por falta de médicos, también es consecuencia de una mala gestión y un empeoramiento de las condiciones en estos servicios, lo que a su vez puede suponer que se incremente la carga de trabajo en otros servicios.

Documento enviado al Gobierno Vasco

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